Bueno, bueno, halloween sigue acechándonos... está apuntito de caer y esta vez os traigo una recetita un poco más tradicional, porque las galletas decoradas son muy monas, pero no le gustan a todo el mundo, pero unos buñuelos recién hechos... mmm... ¿Quién puede resistirse a ellos?
Esta bandeja la llevamos mi madre y yo a un acto benéfico, y en cuanto entramos por la puerta ya nos la quitaron, jajaja, no nos dio tiempo ni a despedirnos de ellos... jajajaja.
Ingredientes:
- 300 gr de calabaza.
- 350 gr de harina.
- 1 yema de huevo.
- 7 gr de levadura en polvo.
- una pizca de sal.
- 45 gr de leche.
- 45 gr del agua de cocer la calabaza.
- Aceite de girasol para freír.
- Azúcar glass para espolvorear.
Preparación:
- Cuece la calabaza en un poco de agua y reserva el caldo sobrante.
- Vierte en el vaso la calabaza cocida junto con la leche, el agua de cocción, la yema de huevo y una pizca de sal y mezcla 4 segundos velocidad 5.
- Añade la harina y la levadura y mezclar 30 segundos, velocidad 5, si cuando pellizquéis la masa se os pega a los dedos, echadle un poco más de harina, ya que dependiendo de la marca, puede necesitar un poco más...
- Dejamos reposar la masa durante 30 minutos.
- Mientras calentamos el aceite, cogemos pequeñas porciones de masa y metemos el pulgar y el índice, como si hiciéramos una rosquilla y al aceite bien caliente. Los dedos deben estar mojados para que se suelten los buñuelos, esperamos a que hinchen y cojan un bonito tono dorado.
- Una vez fríos los espolvoreamos con azúcar glass, y aquí os dejo un pequeño consejo, cuando vayáis a hacer azúcar glass con la thermomix, añadirle una tercera parte de maizena, así tendrá más cuerpo para los merengues y, en este caso, os aguantará más tiempo encima de los buñuelos.
Fáciles ¿Verdad? Pues en cuanto les hinquéis el diente, vais a estar perdidos, porque son como las "lays" no puedes comer sólo uno...
Rocío.
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