Por fin, por fin de vacaciones!!!!!! Ay no me lo puedo creer... Tiempo libre, no tener que hacer más de 100 km diarios, poder quedar con los amigos, ir a la peluquería (que no iba desde navidades...) Vamos, una maravilla, y lo más maravilloso, es que por fin puedo disfrutar tranquilamente de la cocina, sin mirar el reloj cada dos minutos :) Vamos, que estoy feliz como una perdiz!!!
Y aprovechando estas fechas, pues vamos a ponernos a hacer roscas, no? En otras partes de España, son típicas las monas de pascua, los bizcochos... y aquí lo típico es la rosca. Me encanta pasearme por la panaderías y pastelerías en esta época, porque de todas sale ese olor inconfundible, y que me transporta a mi niñez, cuando la abuela hacía la masa en casa, y bajaba a cocer al horno de la panadería casi una docena de roscas para toda la familia. Me encantaba revolotear a su alrededor, mientras les daba forma, y en cuanto salía una del horno, iba directamente a pedirle un trozo :D
Pues bien, hoy os traigo, la que puedo considerar la receta definitiva, ya que hace unas cuantas temporadas que no la cambiamos, y eso, sobre todo en mi madre, es muy raro, pero es que sube taaaaanto y está taaaaaaaaaaaaan deliciosa... No es la típica rosca, que recién salida del horno está buena, pero que después puede valerte como arma arrojadiza de lo dura que queda, que va, en absoluto, aguanta muy bien unos días, y si no, como hacemos en nuestra casa; cocemos varias roscas y después la cortamos en trozos y al congelador. Así, nunca se queda dura, y evitamos también la tentación de comérnosla de una sentada (que no sería la primera vez...)
Ingredientes:
- La piel de una naranja y de un limón.
- 150 gr de azúcar.
- 100 gr de levadura.
- 5 huevos.
- 600 gr de harina de fuerza.
- 130 gr de manteca.
- sal.
- 50 gr de anís.
Preparación:
- Pon el azúcar en el vaso y pulverízalo 15 segundos, velocidad progresiva, 5-10.
- Precede de la misma manera con la piel de la naranja y del limón (ojo, ya se que se dice siempre, pero por si acaso. Sólo la piel, nada de parte blanca)
- Incorpora a la mezcla de azúcar y pieles trituradas los huevos, la levadura, la sal, el anís y la manteca. Programa 5 minutos, 37º, velocidad 4.
- Añade la harina y programa 5 minutos, velocidad espiga.
- Tapa la máquina con un paño o con una toalla y deja levar la masa, durante al menos 1 hora. Quizás te lleve algo más, depende de la temperatura de la casa, pero la masa deberá doblar su volumen.
- Saca la masa del vaso y amásala ligeramente. Dale forma de rosca y deja que vuelva a doblar su volumen de nuevo.
- Precalienta el horno a 200º.
- Píntala con un huevo batido y espolvorea con azúcar humedecido, frutas escarchadas...
- Hornea durante 20 minutos aproximadamente.
Y ahora... a disfrutar de esta magnífica rosca, ya verás que no puedes comer solo un trozo ;)
Espero que os haya gustado la receta, espero vuestros comentarios!!!
Besos.
Rocío.